PARTICIPACIÓN CIUDADANA INSTITUCIONALIZADA Y ORGANIZACIONES CIVILES EN BRASIL
ARTICULACIONES HORIZONTALES Y
VERTICALES EN LA POLÍTICA DE ASISTENCIA SOCIAL
Institucionalización de la participación en América Latina.
En la
región de América Latina se desarrollan nuevos términos que adoptan a los
mecanismos de participación y democracia como ‘’espacios de concentración local’’;
‘’instancias de participación ciudadana’’ o ‘’interfases socio estatales’’, que
permiten aumentar los espacios de consulta, deliberación, concentración local y
participación, que da paso a que los procesos de democratización se conformen
de forma trasparente y participativa por parte de las instituciones y de la
mano de la ciudadanía.
Brasil
como caso particular de estas nuevas acciones sobresalen dentro de la región, en
donde se ha constituido nuevas reformas políticas que hacen parte a la ciudadanía
como actor principal dentro de las tomas de decisiones en diversos campos de las
políticas públicas. Los ciudadanos brasileños ejercen directamente la
soberanía, derecho consagrado en el Art. 1 de la denominada Constitución
ciudadana de 1988.
A
estos procesos contribuyeron tres factores indispensables; en primer lugar, una
profunda reforma descentralizadora permite ejecutar y regular a través de órganos
legislativos los distintos procesos participativos de los municipios formándolos como un órgano de
gobierno; en segundo lugar configura históricamente a una sociedad civil brasileña que disputó una
fuerte contienda en contra de dictaduras con el fin de formar un nuevo partido político
que presente nuevas relaciones con los distintos movimientos sociales, que buscó
incorporar la participación en los capítulos de protección social de la Constitución
de 1988; y como último factor se denomina una ‘’interfaz socioestatal’’ como
parte de un mecanismo de participación de políticas de protección social y de
reforma urbana.
Democracia
deliberativa y fortalecimiento democrático: El caso de Brasil
Brasil
como caso principal, denota su importancia en las discusiones sobre democracia
deliberativa y sobre participación a nivel de federación, estados y municipios,
que les permitieron a toda la ciudadanía civil y púbico interesado participar
sobre los procesos de políticas públicas.
A
finales del siglo XX se debate sobre la democracia deliberativa, en donde se
muestra como una visión explícitamente normativa de la democracia, encaminada en
que los procesos democráticos sean transparentes y legítimos. Se forja una tesis
de democracia deliberativa como una adquisición compuesta de decisiones, en la
cual todos los actores que puedan presentar algún tipo de afectación por la
toma de decisiones democráticas, puedan establecer su participación.
Se procura
articular los ideales de participación, racionamiento y legitimidad política (Monsiváis
2006).
Estas
posturas tomadas conciben entre los países desarrollados del norte y los países
subdesarrollados del sur de América, que proceden a la inclusión de la ciudadanía
en procesos de consulta y toma de decisión, donde anteriormente solo se los consideraba
para los procesos electorales.
El Sistema
Único de Asistencia Social (SUAS) desarrolla dos mecanismos de participación análogos
que se implementan dentro del sector salud pública: las conferencias y los consejos
gestores.
El
desarrollo de la política de asistencia social en Brasil fomenta la atención de
las necesidades sobre las exigencias de rentabilidad económica, dictamina que
los derechos sociales deben ser igualitarios y hace énfasis a la dignidad ciudadana,
estos principios se rigen en base a la descentralización político-administrativo,
la participación de organizaciones que representan a algún sector de la población
y a la responsabilidad estatal de la política de asistencia social desarrollada
por cada gobierno.
En 2004
se aprueba la creación de la Política Nacional de Asistencia Social y la Norma
Operacional Básica, tomando más de diez años este proceso de desarrollo, el
cual tiene como objetivo primordial garantizar los mínimos sociales, a través de
servicios, programas, proyectos y beneficios de protección social básica de las
familias, personas o grupos que requieren aportar a la inclusión y equidad
social.
En pocas
palabras, el SUAS (Sistema Único de Asistencia Social), tiene como objetico
identificar cuáles son los niveles de atención social y territorial, que
permita a los municipios ser clasificados en base a sus dimensiones, capacidad
para gestionar y as distintas complejidades que esté presente.
Tras esto
se crean unidades públicas encargadas de gestionar y atender según su alcance
social y territorial como el CRAS (Centro de Referencia de Asistencia Social) que
basa su gestión en atender y asistir a más de 1000 familias por año.
Se crean programas que intervienen desde la ayuda económica a personas discapacitadas y adultos mayores, hasta el amparo a personas o grupos vulnerables a la protección y cuidado familiar, que resguarda de todo tipo de traumas, riesgos físicos o psicológicos que puedan presentar por cualquier tipo de situación.
Podemos
decir que, en Latinoamérica tomando como ejemplo Brasil, la asistencia social
se concentra en dos puntos claves:
1. El
diseño institucional es necesario, pero no suficiente.
2. La participación
ciudadana se refleja como una estrategia efectiva que fomenta el asociativismo
en América Latina.
NUEVAS
ESTRUCTURAS Y REDES DE GOBERNANZA
CONSIDERACIONES SOBRE LA GOBERNANZA COMO ÁMBITO DE ESTUDIO
El término
‘’Gobernanza’’ aparece desde la década de 1990 con el objetivo de lograr un
desarrollo económico, social e institucional duradero, equilibrado entre el Estado,
la sociedad y el mercado de la economía. Puede adquirir múltiples significados,
hacemos énfasis en la puesta en práctica de ‘’estilos de gobernar’’ desvaneciendo
los límites entre los sectores públicos y privados.
Tras
una gran crisis de gobernabilidad surge la idea de ‘’buen gobierno’’, que
interactúa entre el Estado y la sociedad en donde la administración pública, empresas
privadas, asociaciones profesionales entre otros, muestre una eficiencia de coordinación
horizontal o en redes.
Actualmente
el modelo de gobernanza jerárquico, en donde la base de la pirámide debe
rendirle cuentas a su superior, se muestra como un modelo del pasado; es aquí en
donde el concepto de gobernanza alude a un nuevo estilo que implica un cambio
de sentido del gobierno en búsqueda de mejores métodos para gobernar a una
sociedad a través de la participación de diversos actores.
“El
concepto de gobernanza apunta a la creación de una estructura o un orden que no
se puede imponer desde el exterior, sino que es resultado de la interacción de
una multiplicidad de agentes dotados de autoridad y que influyen los unos en
los otros” (Kooiman y Van Vliet, 1993: 64).
Esto
quiere decir que la base de la gobernanza se estabiliza en la interacción de
los actores de manera horizontal o en redes entre organizaciones, mediante
sistemas de estructuras y procesos en donde los actores políticos y sociales
generan estrategias para la toma de decisiones y diversifican las formas de interacción
entre todos los involucrados dentro de las políticas públicas y privadas.
Cambios en las estructuras estatales y condiciones de la gobernanza
Una
vez establecido el término gobernanza entendemos que, para generar cambios en
los modelos de gobierno, el Estado debe prescindir de ser el actor principal
sobre los recursos económicos e institucionales.
Es así
como determinamos ciertos factores que indican una transformación de las estructuras
estatales en donde se relaciona a la gobernanza con la necesidad de priorizar y
alcanzar la eficiencia de los servicios públicos; estos factores son:
·
Crisis fiscal del Estado.
·
Giro ideológico hacia el mercado.
·
La globalización.
·
La emergencia del paradigma de la nueva gestión
pública.
·
El cambio social en la actualidad: complejidad,
velocidad y diversidad.
·
El aumento de la complejidad y la fragmentación
de las estructuras políticas y administrativas.
La
gobernanza no determina que un Estado se desborone o ponga fin a una era de
gobierno; al contrario, sigue siendo crucial como estructura fijadora de fines
y de coaliciones.
Capital
social y liderazgo como condiciones de la gobernanza
La confianza
social, las normas y las redes, son el conjunto de elementos en donde una población
que requiere resolver algún tipo de problemática, constituye un capital social.
Entre más densa sea estas redes, existe mejores posibilidades de que la comunidad
preste un servicio de cooperación en conjunto, para alcanzar una relación beneficiosa
en común. Una sociedad civil establecida y organizada, se destaca como un actor
primordial en la gobernanza democrática.
La
eficacia y estabilidad del capital social se ve regida por el liderazgo público,
en donde las nuevas formas de gobernanza pueden constituirse en un factor
clave.
Los
líderes son los encargados de dirigir el rumbo o dirección hacia las distintas
estructuras de gobernanza como una función básica a destacar.
En uno
de sus aspectos fundamentales, el “liderazgo es el arte de reducir el caos para
imponer una definición simplificada de una determinada situación”
(Bayley, 1988: 2).
OPINIONES
PERSONALES
La participación
ciudadana como herramienta de toma de decisiones es fundamental e indiscutible
para lograr diversos procesos en búsqueda de alcanzar objetivos para el bien público,
privado, colectivo social e institucional. Considerando que la sociedad civil
como estructura política o en forma particular, en la parte activa e
institucionalizada del Estado.
La ciudadanía
es el eje de vital importancia para un territorio que busca el desarrollo
general, si no se toma en cuenta o no participa de la toma de decisiones, mayormente
las acciones que genera el Estado pueden catalogarse como erróneas, incluso
pueden llegar a afectar de manera drástica a la ideología del país de manera
directa o indirecta.
Las redes
de gobernanza se enfocan en el reconocimiento de un nuevo modelo de relación
social y gubernamental entre los diferentes actores políticos, ponderándolo como
un nuevo esquema de gobierno, asumiendo este el papel de coordinador de
intereses en donde el objetivo principal es encaminar los recursos de los
actores participantes para alcanzar metas definidas socialmente legítimas.
La participación
ciudadana y las redes de gobernanza se enmarcan en tres nociones básicas en
América Latina: democracia, derechos humanos y desarrollo.
BIBLIOGRAFÍA
J
Hevia, F. (2011). Participación ciudadana institucionalizada y
organizaciones civiles en Brasil: articulaciones horizontales y verticales
en la política de asistencia social. Revista de Estudios Sociales [En línea].
https://journals.openedition.org/revestudsoc/11012
Natera
Peral, A. (2005). Nuevas estructuras y redes de gobernanza. Revista Mexicana de
Sociología 67.
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